
Cómo acompañar emocionalmente a tu hijo durante una terapia
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Cuando un niño comienza un proceso terapéutico, muchas veces no es el único que atraviesa una etapa de adaptación: los padres también viven emociones, dudas y desafíos. En este artículo te compartimos consejos prácticos y recomendaciones emocionales para acompañar a tu hijo en su terapia, generando un entorno seguro, afectivo y de confianza. Porque en Yumi, la familia es parte activa del proceso.
El rol emocional de la familia en la terapia
La presencia, el apoyo y la actitud de madres, padres o cuidadores es clave en la evolución del tratamiento terapéutico. Un niño que se siente contenido en casa y acompañado durante el proceso, suele participar con mayor seguridad, motivación y apertura en sus sesiones.
La terapia no solo ocurre dentro del centro: continúa en casa, en el día a día, en los vínculos. Por eso, involucrarse con respeto, amor y comprensión es tan importante como la intervención profesional.
¿Cómo acompañar emocionalmente a tu hijo en su terapia?
🧡 1. Valida sus emociones
Tu hijo puede sentir nervios, miedo, desconfianza o incluso entusiasmo. Todas sus emociones son válidas. Escúchalo sin juzgar y permítele expresar lo que siente.
🌱 2. Explica lo que está ocurriendo, de forma simple
Según su edad, cuéntale con palabras claras qué es una terapia, por qué va a asistir y quién lo acompañará. Ayuda a que entienda que no es un castigo ni algo malo, sino una herramienta para ayudarlo a crecer y sentirse mejor.
👨👩👧 3. Participa activamente del proceso
Conoce a los profesionales, asiste a las entrevistas o retroalimentaciones, haz preguntas y mantén una comunicación abierta con el equipo. Tu participación le da confianza a tu hijo y permite una intervención más efectiva.
💬 4. Crea rutinas y hábitos de apoyo en casa
Desde pequeñas acciones como leer juntos, practicar alguna recomendación o reforzar logros con cariño, el hogar puede transformarse en un espacio terapéutico natural.
🤗 5. Cuida tu propio bienestar
Acompañar a un hijo en terapia puede remover emociones o generar desgaste. Está bien pedir apoyo, conversar con otros padres o profesionales y darte momentos de autocuidado. Estar bien tú, ayuda a que tu hijo también lo esté.
En Yumi, no acompañamos solo a los niños
En nuestro centro, la familia es parte fundamental del proceso terapéutico. Por eso, en cada sesión dejamos espacio para feedback, orientación y contención. Creemos que los mejores resultados se logran cuando el niño y su entorno caminan juntos, en un espacio de confianza, respeto y compromiso compartido.
Conclusión
Tu rol como madre, padre o cuidador es insustituible. Acompañar emocionalmente a tu hijo no significa tener todas las respuestas, sino estar presente, disponible y dispuesto a crecer junto a él. En Yumi, queremos ser parte de ese camino contigo.